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Instantes de peligro


Instantes de peligro


El tiempo es inclemente. Por su lentitud y pesadez o por su veloz agilidad resulta apabullante frente a nuestras fuerzas. Con una cierta presencia contradictoriamente eterna nos engulle y aprisiona en sus caprichos. Mas el tiempo como instante, a la manera de un relámpago en la densa oscuridad de la media noche, ilumina fugazmente la inmensidad. Su brillo, su fuerza y contraste nos despiertan los temores más antiguos, primitivos y originales en la lucha de lo humano por ser tal, y así mismo, nos permiten situarnos frente al caos.

Instante es aquello en lo que estamos. Significa estar de pie. Una toma de posición en el presente. La voluntad de enfrentar la inmensidad con todas nuestras fuerzas, sabiendo que en el tiempo del ahora está en juego todo. Representa el riesgo vivo de entregarnos, una vez más, a la clase dominante, pero también la posibilidad de convertir el jamás en el hoy mismo. En el instante también late la oportunidad revolucionaria.

De esto trata la columna.